En Kuné estamos especializados en el entrenamiento de perros de servicio para niños con TEA para brindar seguridad, especialmente en la calle a estos niños, y para facilitar una vida más independiente y socialmente inclusiva tanto para el niño como para su familia.
Estos niños a menudo no pueden comunicarse o expresar sus sentimientos de una manera que otros entiendan. Tienen poco sentido del peligro o de las consecuencias de sus acciones.
Estudios epidemiológicos realizados en Europa, que apuntan una prevalencia de aproximadamente 1 caso de TEA por cada 100 nacimientos (Autism-Europe aisbl 2015). En estudios realizados en EEUU- CDC, 2012- los datos son de 1 por cada 88.
La mitad de estos niños tendrán una tendencia a escaparse de sus cuidadores, lo que puede ser muy peligroso y a menudo, provocar lesiones en el niño.
Dentro de los muchísimos beneficios que aportan estos perros, encontramos los siguientes:
A nivel físico:
- Reducción del riesgo de conductas de fuga.
- Reducción de las conductas estereotipadas.
- Ayuda a trabajar la integración sensorial: proporciona al niño input sensorial adecuado en los sistemas propioceptivos, vestibular y táctil, facilitando su interacción con el entorno y diferentes situaciones sociales de manera progresiva.
- Mejora en el ritmo y cadencia de la deambulación del niño; durante los paseos el perro proporciona un ritmo que le permite caminar con una marcha continua y adecuada.
- Ayudan en problemas en los patrones de sueño y mejora el descanso.
A nivel cognitivo:
- Aumento de la atención y concentración.
- Aumento del contacto visual.
- Mejora en el desarrollo de habilidades de juego (aprender a jugar con el otro, en este caso con el perro y se va generalizando a otros niños y adultos).
- Aumento del aprendizaje.
- Aumento de la comunicación verbal y no verbal.
- Aumento de la comprensión y el seguimiento de las instrucciones.
- Mejora en la comprensión de las normas de seguridad vial: el acompañamiento de un perro de asistencia proporciona mayor seguridad al niño en lugares públicos evitando conductas de fuga y permitiendo a los familiares tener mayor tranquilidad.
A nivel emocional:
- Disminución del estrés y la ansiedad.
- Reducción del riesgo de conductas de fuga.
- Reducción de las conductas disruptivas.
A nivel social:
- Aumento de la interacción social y las habilidades sociales.
- Ayuda en la tolerancia a los tiempos de espera y aumenta la tolerancia a la frustración.
- Ayudan en la adaptación a nuevos entornos.
- Facilita la comunicación al aportar al perro una comunicación concreta y monocanal. Se trata de un estímulo más reconocible y atractivo para el niño con TEA probablemente por utilizar solo una vía principal de comunicación, la visual. Además emite señales de una forma simple a la altura del niño.
Se trata de una ayuda técnica que acompaña el crecimiento y desarrollo del niño con TEA y su familia durante más de 10 años, pero también acompaña y ayuda en las dificultades que van surgiendo, ayudando a cada paso a superar las barreras que se van presentando.
Una amistad que cambia la vida de estos niños. Una ayuda técnica con mucho corazón.